Cómo protegerse de los hackeos y filtraciones más notorios de 2022
La ciberseguridad es uno de esos temas que puede parecer un juego interminable de golpear topos. Las empresas invierten millones en reforzar sus defensas, pero cada año una nueva oleada de hackeos, filtraciones y filtraciones de datos acapara los titulares.2022 tampoco rompió esa tendencia: hubo grandes nombres, pequeñas filtraciones y algunos casos sorprendentes que demuestran lo vulnerables que pueden ser incluso las empresas más grandes. Cuando ocurren estas filtraciones, resulta un tanto desconcertante porque confiamos nuestros datos personales a estos gigantes; sin embargo, muchas veces, la mala seguridad o la mala gestión hacen que nuestra información pueda verse comprometida sin que nos demos cuenta. Saber qué falló el año pasado a veces puede darnos pistas sobre cómo protegernos mejor, o al menos no caer en las mismas trampas.
Si intentas averiguar qué es lo que vale la pena vigilar o qué tan profundo es el problema, vale la pena echar un vistazo a estas importantes brechas de seguridad de 2022. Algunas resultaron en reembolsos, otras en demandas, y otras…bueno, simplemente revelan cuánto puede salir mal cuando la seguridad no es lo suficientemente estricta. Para el usuario promedio, es un recordatorio para mantenerse alerta, incluso si parece que los ciberdelincuentes siempre van un paso por delante.
Cómo afrontar las vulneraciones de big data y mantenerse a salvo
Corrija sus hábitos de contraseña, especialmente después de una filtración
Cuando ocurre una brecha como la de LastPass, conviene cambiar las contraseñas rápidamente.¿Ese correo recordatorio de la empresa? Sí, no es solo una formalidad. Porque en muchos casos, los hackers podrían haber robado bóvedas cifradas o información de inicio de sesión, y si tu contraseña maestra no es segura ni única, podrían intentar forzarla. Así que, ve a tu administrador de contraseñas, restablece esas contraseñas y considera usar la autenticación de dos factores (2FA) si está disponible. Para LastPass o similares, consulta su blog de seguridad o menú de configuración > Seguridad > Activar 2FA. Recuerda: no reutilices las contraseñas en diferentes sitios, porque eso solo te traerá problemas.
En algunas configuraciones, parece que cambiar las contraseñas una vez no es suficiente; en ciertas cuentas, los hackers intentan repetirlas o adivinarlas, así que vigila la actividad de tu cuenta y, si algo te parece extraño, cambia las contraseñas de nuevo. Además, para una mayor protección, prueba un generador de contraseñas como el de Bitwarden. Mantiene las contraseñas actualizadas y es difícil de descifrar.
Actualice sus aplicaciones y sistemas: es esencial
Muchas brechas de seguridad, como el hackeo de Uber o las filtraciones de Samsung, implicaban vulnerabilidades que podrían haberse solucionado si las empresas hubieran acelerado el lanzamiento de actualizaciones. Por lo tanto, para el usuario promedio, es recomendable mantener el sistema operativo, el navegador y otras aplicaciones actualizados regularmente. Normalmente, hay una ruta de menú como Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update o Preferencias del sistema > Actualización de software para Mac. En Android o iPhone, simplemente acepta esas actualizaciones cuando aparezcan; es molesto, pero necesario. Hacer esto puede no detener a todos los hackers, pero cierra vulnerabilidades conocidas que los ciberdelincuentes adoran explotar.
A veces las actualizaciones parecen innecesarias o molestas, pero créeme, no actualizar ha afectado a bastantes personas cuando aparecen vulnerabilidades. En mi propia configuración, he notado que en algunas máquinas las actualizaciones fallan la primera vez; un reinicio rápido suele solucionarlo y, después, funciona sin problemas.
Utilice una VPN y proteja su red lo mejor posible
Especialmente si manejas datos confidenciales o simplemente buscas una capa adicional de seguridad, una VPN puede ayudarte a ocultar tu IP y cifrar tu tráfico de internet. Piensa en ella como un túnel privado por el que viajan tus datos. Además, proteger tu Wi-Fi doméstica con una contraseña segura (y cifrado WPA3 si está disponible) significa que, incluso si alguien intenta husmear, tendrá que descifrar un código muy difícil. No olvides cambiar las contraseñas predeterminadas del router, ya que la mayoría de las credenciales predeterminadas son un chiste para los verdaderos hackers.
En algunos routers, puedes acceder al panel de administración a través de http://192.168.1.1 o http://192.168.0.1; consulta la ubicación exacta en el manual del fabricante. Desde allí, activa funciones como Redes de Invitados y desactiva WPS si te preocupan los hackers. Pequeños detalles como este no lo detendrán todo, pero sí ayudan a que tu configuración sea menos propensa a ataques de bajo coste.
Monitorea activamente tus cuentas e informes de crédito
Filtraciones como la enorme filtración de 500 millones de datos de WhatsApp o las filtraciones de tarjetas de crédito son solo recordatorios de que, por muy seguro que diga ser un sistema, no es infalible. Revisar regularmente sus estados de cuenta bancarios y de crédito puede ayudar a detectar actividades no autorizadas con anticipación. Considere suscribirse a servicios gratuitos de monitoreo de crédito o consultar su informe crediticio a través de agencias como AnnualCreditReport.
Es una locura cómo siguen ocurriendo las brechas de seguridad, pero se trata de ir un paso por delante y no depender únicamente de los errores de los cibercriminales. Porque, al fin y al cabo, a veces basta con una contraseña débil o saltarse una actualización para abrir la puerta.
Resumen
- Cambie las contraseñas después de infracciones importantes, especialmente si utiliza ese servicio
- Mantenga los sistemas y aplicaciones actualizados periódicamente
- Utilice contraseñas seguras y únicas para cada sitio y habilite la autenticación de dos factores siempre que sea posible.
- Proteja su Wi-Fi con una contraseña segura y considere usar una VPN
- Monitorea periódicamente tus cuentas financieras y online
Resumen
En definitiva, es evidente que ningún sistema es 100 % seguro y que los hackers siempre están ideando nuevas formas de acceder a él. Estar alerta y tomar precauciones sencillas puede ahorrar muchos dolores de cabeza en el futuro. A veces parece que la ciberseguridad es un juego de ponerse al día sin fin, pero al menos, con sentido común y diligencia, es posible mantener la mayoría de tus datos seguros. Esperamos que estos consejos te ayuden a reducir el riesgo y te acerquen un poco más a la tranquilidad. Crucemos los dedos para que esto ayude a evitar que alguien acabe en los titulares como algunas de las grandes filtraciones de 2022.