Cómo protegerse de las miradas indiscretas
Hablando de espiar por encima del hombro en la era digital, es sorprendente la cantidad de peligro adicional que existe más allá de simplemente estar detrás de alguien en un cajero automático. Tradicionalmente, significaba literalmente observar a alguien introducir su PIN o contraseña, como mirar por encima del hombro mientras está en la caja o usando un cajero automático. Pero ahora, con cámaras ocultas cerca o incluso imágenes térmicas, se ha vuelto mucho más sofisticado. Esto significa que el simple hecho de estar en una cafetería concurrida o usar el portátil en un espacio semipúblico puede ser un foco de miradas indiscretas, ya sean personas reales o ladrones furtivos con dispositivos tecnológicos discretos. Sinceramente, es un poco inquietante lo vulnerable que puede ser la información personal al descubierto, especialmente si no prestas atención a tu entorno. Para mejorar esos hábitos de seguridad tradicionales, unos sencillos ajustes pueden ser de gran ayuda. Por ejemplo, al introducir información confidencial como contraseñas o PIN en tu teléfono, considera desactivar la opción «Mostrar contraseña» en la configuración de tu dispositivo. En Android, suele estar en Ajustes > Contraseñas o Privacidad > Mostrar contraseñas. Desactívala para que nadie pueda verte mientras escribes. Si usas un iPhone, asegúrate de cubrir la pantalla o usar el filtro de privacidad. Y hablando de filtros, existen protectores de pantalla que reducen el ángulo de visión, para que solo tú puedas ver lo que hay en pantalla. Son económicos y fáciles de colocar, y sin duda ayudan en lugares concurridos donde alguien podría intentar mirar por encima de tu hombro. En algunos casos, es un poco raro, pero inclinar la pantalla o protegerte la mano al escribir ayuda mucho a mantener tu información privada. Si necesitas introducir información confidencial constantemente en público, cabe destacar que algunos cajeros automáticos y terminales de pago también tienen protectores de privacidad integrados. Pero no están en todas partes, así que no te fíes solo de eso. Otra cosa que he visto, y es bastante obvia, pero también vale la pena mencionar: debes ser consciente de tu entorno. Si la pantalla de tu teléfono o portátil da al pasillo principal o a una calle concurrida, estás invitando a las miradas indiscretas. Así que gira tu dispositivo o siéntate de forma que la zona de entrada quede protegida de los curiosos. Ah, y no olvides la configuración de seguridad de tu dispositivo: desactivar el inicio de sesión automático o guardar contraseñas en los navegadores puede evitar que mirones accedan instantáneamente si consiguen echar un vistazo a tu pantalla. Además, siempre que sea posible, evita introducir información confidencial en redes wifi públicas, ya que los atacantes podrían verse tentados a piratear la conexión, usar cámaras cercanas o usar herramientas de acceso remoto. Si eso no te ha ayudado, esto podría ayudarte: en muchos dispositivos, la mejor defensa es simplemente estar atento a la situación. Cúbrete la mano al escribir, gira la pantalla al introducir contraseñas y no seas perezoso. Porque, sinceramente, eso suele ser suficiente para frustrar a los mirones casuales. Y para los expertos en tecnología, si quieren ir más allá, prueben algunas aplicaciones anti-espionaje o herramientas de seguridad personalizadas. Algunas muestran avisos de seguridad falsos o superponen patrones parpadeantes para confundir a cualquiera que intente mirar por encima del hombro. Claro que las medidas de hardware, como los filtros de privacidad, siguen siendo las más fáciles de implementar rápidamente. Con suerte, esto les ahorrará algún que otro dolor de cabeza. Recuerden que la verdadera seguridad a menudo se basa en buenos hábitos y en estar atentos a su entorno.
Cómo minimizar los riesgos de ser visto por otros
Protectores de pantalla de privacidad y ángulos de pantalla
- Obtenga un filtro de privacidad que reduzca el ángulo de visión, disponible para la mayoría de las computadoras portátiles y teléfonos inteligentes.
- Coloca tu pantalla y a ti mismo de manera que solo tú puedas ver lo que hay en ella: inclínala lejos de miradas indiscretas.
- Siempre aleje su dispositivo o cubra el teclado cuando ingrese contraseñas o información confidencial.
Configuración del dispositivo y ajustes de comportamiento
- Deshabilite las opciones «Mostrar contraseña» en el administrador de contraseñas o en la configuración de su dispositivo.
- Utilice un bloqueo de pantalla o PIN que sean complejos, de modo que incluso si alguien ve su entrada, sea más difícil adivinarla.
- Evite acceder a sitios sensibles a través de Wi-Fi público a menos que utilice una VPN.
Hardware adicional o medidas situacionales
- Considere instalar protectores de privacidad físicos en los cajeros automáticos o lectores de tarjetas si están disponibles.
- Elija asientos que no den a vías públicas o áreas concurridas cuando trabaje con información confidencial.
- Tenga mucho cuidado al trabajar con dispositivos móviles en cafeterías, aeropuertos o espacios concurridos: es más fácil que otros miren.
Resumen
- Utilice filtros de privacidad para restringir la visibilidad de la pantalla.
- Cubra el teclado al ingresar PIN o contraseñas.
- Tenga en cuenta el entorno y la ubicación del dispositivo.
- Ajuste la configuración del dispositivo para evitar que las contraseñas visibles o la información confidencial se muestren automáticamente.
- Considere soluciones de hardware como escudos de privacidad cuando sea posible.
Resumen
Es un poco extraño cuánta confianza se requiere para la seguridad en espacios públicos. Claro, algunas medidas son simples, como apartar la pantalla o cubrirse las manos, pero esas pequeñas precauciones pueden marcar la diferencia contra quienes miran por encima del hombro. Además, opciones tecnológicas como las pantallas de privacidad o las superposiciones anti-espionaje brindan mayor tranquilidad. Lo principal es estar alerta, no ser perezoso y proteger la información confidencial como lo harías con tu billetera, porque a veces, todo se trata de buenos hábitos. Crucemos los dedos para que esto ayude a evitar que alguien lo vea sin querer.