Cuando has estado trabajando en una aplicación, a veces se niega a cerrarse. Ya sea porque se bloquea, tiene errores o simplemente no responde, esos momentos te hacen desear que Windows tuviera una mejor manera de evitarlo. Normalmente, hacer clic en la X o clic derecho en el icono soluciona el problema, pero a veces no es suficiente. La aplicación se bloquea o, peor aún, todo el sistema se ralentiza porque sigue ejecutándose en segundo plano. Por eso, saber cómo forzar el cierre de aplicaciones difíciles puede salvarte la cordura, y quizás también tu trabajo.

Cómo forzar el cierre de una aplicación en Windows 10

Método 1: Usar el Administrador de tareas: tu mejor opción para aplicaciones difíciles de eliminar

Este es el método más sencillo y directo. Cuando una aplicación no se cierra correctamente, el Administrador de tareas suele ser la solución. Se aplica cuando la aplicación se bloquea, no responde o simplemente se niega a cerrarse. Al usar el Administrador de tareas, básicamente le estás diciendo a Windows: «Simplemente cierra este proceso», y normalmente lo hace. La aplicación se cerrará rápidamente, pero a veces puede tardar un poco en cerrarse por completo, especialmente si es un programa pesado.

Para abrir el Administrador de tareas rápidamente, pulsa Ctrl + Shift + Esc. También puedes hacer clic derecho en el icono de Windows (esquina inferior izquierda) y seleccionar Administrador de tareas. Una vez abierto, ve a la pestaña Procesos. Busca la aplicación que presenta problemas; podría estar en «Aplicaciones» o «Procesos en segundo plano», según tu versión.

Haz clic derecho en esa aplicación y selecciona «Más detalles» (si no está expandido).Ahora, localiza el proceso (normalmente el mismo nombre que la aplicación) y vuelve a hacer clic derecho. En lugar de simplemente hacer clic en «Finalizar tarea», lo que podría dejar bloqueados algunos procesos en segundo plano, selecciona » Finalizar árbol de procesos». De esta forma, todos los subprocesos vinculados a la aplicación se cierran a la vez. En algunas configuraciones, esto puede ser excesivo, pero en otras, es la única manera de solucionar el problema.

Al pulsar «Finalizar árbol de procesos», aparece una advertencia indicando que se cerrarán todos los programas vinculados a él. Eso es lo que buscas, sobre todo si la aplicación dejó de responder o se quedó completamente bloqueada. Después, debería desaparecer de la bandeja del sistema o de la barra de tareas. A veces tarda un segundo, pero normalmente Windows lo soluciona. En algunos equipos, esto no funciona la primera vez y luego vuelve a funcionar tras reiniciar o intentarlo de nuevo; es realmente extraño cómo esta parte puede ser impredecible.

Método 2: Forzar el cierre con el símbolo del sistema: un poco más técnico, pero efectivo

Si el Administrador de tareas no funciona o prefieres usar la terminal, el Símbolo del sistema puede ayudarte. Puede resultar un poco intimidante si no estás familiarizado, pero los comandos son bastante sencillos. Abre el Símbolo del sistema como administrador. Simplemente escribe cmd en la barra de búsqueda de Windows, haz clic derecho y selecciona » Ejecutar como administrador».

Una vez dentro, escribe tasklisty pulsa Intro. Esto mostrará una larga lista de todos los procesos en ejecución; piensa que es la forma en que Windows muestra lo que se está ejecutando. Una vez que encuentres el nombre de la aplicación (como chrome.exeo notepad.exe), escribe el comando:

taskkill /im [processname].exe /t

Reemplaza [processname].execon el nombre del proceso. Por ejemplo, si Chrome se bloquea, escribe taskkill /im chrome.exe /t. El /tmodificador se asegura de cerrar todos los subprocesos relacionados. Si no incluyes .exe, podrías obtener un error, así que asegúrate de que esté ahí. Como alternativa, puedes cerrar por ID de proceso (PID), pero eso requiere un poco más de trabajo; es más fácil mantener el nombre a menos que la situación se complique demasiado.

A veces, puede que necesites confirmar si el proceso sigue ejecutándose o si el nombre es correcto. Si aparecen errores, revisa la ortografía o si estás ejecutando el Símbolo del sistema como administrador. Recuerda que la línea de comandos simplemente hace lo que se le indica, así que las erratas significan que no funcionará. Es frustrante, lo sé.

Además, en algunas configuraciones, es posible que un proceso vuelva a iniciarse después de cerrarlo. En ese caso, podría ser necesario reiniciar el sistema, pero normalmente estos comandos eliminan las aplicaciones bloqueadas sin problemas.

Algo a tener en cuenta: conviene guardar el trabajo con frecuencia, ya que las aplicaciones pueden congelarse sin previo aviso. Cuando esto ocurre, usar estos métodos suele ser la única forma de recuperar el flujo de trabajo sin tener que reiniciar el sistema por completo, lo cual es un poco molesto, pero a veces inevitable.

Lecturas adicionales

Como Windows puede ser impredecible, aquí tienes otros artículos que podrían serte útiles, como solucionar los problemas de carga de tu tableta Android o solucionar problemas con WhatsApp Web. Si tus AirPods fallan o Google Meet en tu Chromebook empieza a fallar, revísalos también. Es bueno estar preparado para cualquier problema tecnológico.

Conclusión

Que las aplicaciones se bloqueen en el peor momento es solo parte del caos digital. Normalmente, un proceso persistente solo necesita un pequeño empujón para cerrarse, y ahora tienes algunas maneras de hacerlo. Recuerda guardar tus archivos con regularidad (a veces, estos bloqueos ocurren de forma inesperada) y mantén la calma. Si eres persistente, estos trucos generalmente te permitirán volver al trabajo sin tener que reiniciar por completo. Cruzamos los dedos para que esto ayude a alguien a ahorrarse un poco de tiempo o frustración.

Resumen

  • Administrador de tareas: haga clic derecho en la barra de tareas, abra el Administrador de tareas, busque la aplicación, haga clic derecho y luego seleccione Finalizar árbol de procesos (o simplemente Finalizar tarea).
  • Símbolo del sistema: ejecute como administrador, escriba tasklist, busque el nombre del proceso y luego elimínelo con taskkill /im processname.exe /t.
  • Guarde su trabajo periódicamente para evitar perder datos cuando las aplicaciones se congelen.
  • A veces, reiniciar es todo lo que se necesita cuando nada más funciona.

Resumen

Esto no siempre es elegante, pero saber cómo cerrar aplicaciones bloqueadas te ahorra muchos dolores de cabeza. Hay días en que parece que Windows se burla de ti con sus peculiaridades; es un poco raro, pero bueno, al menos ahora hay una forma de contraatacar. Espero que esto te ahorre tiempo la próxima vez que algo se bloquee inesperadamente.