Cómo entender qué es un ciberdelincuente
Por qué es importante comprender soluciones sencillas para la ciberseguridad y los fallos de los dispositivos
A veces, incluso hablando de ciberdelincuencia y legislación, surgen problemas técnicos que parecen no tener relación, pero que son igual de frustrantes, como una laptop que no se conecta al wifi o una aplicación de seguridad que funciona de forma inestable. Conocer trucos rápidos puede ahorrarte horas y ayudarte a mantener tus dispositivos seguros. Esta guía te explica qué puedes intentar cuando surgen problemas comunes, pero molestos, de software o red.
Las soluciones fáciles como reiniciar ya no suelen ser suficientes, especialmente con dispositivos Windows o Android que guardan la configuración en lugares extraños. A veces, la única solución es ir al grano, como restablecer la configuración de red, borrar la caché de las aplicaciones o verificar los permisos. Si una aplicación deja de funcionar repentinamente o tu dispositivo sigue funcionando de forma extraña, estos son los pasos que suelen solucionar el problema rápidamente, o al menos te indican la dirección correcta. Porque, claro, la tecnología tiene que ser más compleja de lo que debería ser.
Cómo solucionar problemas comunes de dispositivos y software
Solución 1: Reiniciar no siempre funciona: intenta restablecer la configuración de red
A menudo, las interrupciones de la red son la causa principal de los problemas de conexión, y apagar y encender dispositivos ya no suele ser la solución. Restablecer la configuración de red reconfigura la conexión de tu dispositivo al Wi-Fi, Bluetooth y datos móviles, lo que puede solucionar los problemas. Esto es especialmente cierto si tu Wi-Fi se niega a conectarse o si las VPN no establecen una conexión segura.
En Windows, puedes hacerlo yendo a Configuración > Red e Internet > Estado. Desplázate hacia abajo y haz clic en Restablecer red. En Android o iPhone, ve a Configuración > General > Restablecer > Restablecer configuración de red. El dispositivo se reiniciará y borrará las redes Wi-Fi y contraseñas guardadas, lo cual es un poco molesto, pero suele solucionar los problemas subyacentes. En algunos equipos, esta solución puede requerir reiniciar o incluso apagar y encender completamente después.
Solución 2: Borrar la caché y los datos de la aplicación: esto mantiene el sistema funcionando sin problemas.
Las aplicaciones se ralentizan con el tiempo, sobre todo si se comportan de forma extraña o se bloquean de forma aleatoria. Borrar la caché puede liberar archivos temporales dañados que afectan el rendimiento de la aplicación. Por ejemplo, si tu antivirus se bloquea constantemente durante un análisis o un navegador no carga las páginas correctamente, la caché podría ser la causa.
En Windows, ve a Configuración > Aplicaciones y funciones, busca la aplicación problemática y haz clic en Opciones avanzadas. Allí verás opciones para borrar la caché y restablecer los datos de la aplicación. En Android o iOS, abre la página de información de la aplicación en Configuración, busca Almacenamiento y pulsa Borrar caché. Es un poco raro que un poco de caché pueda causar problemas tan graves, pero créeme, es una solución rápida que suele funcionar de maravilla.
Solución 3: Verifique los permisos y la configuración en sus aplicaciones de seguridad o VPN
A veces, las aplicaciones de seguridad o las VPN dejan de funcionar repentinamente porque se restablecieron sus permisos o perdieron el acceso a funciones críticas del sistema. Es fácil detectarlo, pero también es fácil pasarlo por alto. Revisa tu configuración de privacidad o los permisos de las aplicaciones, sobre todo si ves notificaciones extrañas o mensajes bloqueados.
En Windows, ve a Configuración > Privacidad y revisa los permisos de las aplicaciones. En Android, revisa en Configuración > Aplicaciones > selecciona la aplicación > Permisos. Para las VPN, asegúrate de que se otorguen los permisos de red y de que ninguna aplicación en conflicto esté bloqueando el tráfico. A veces, simplemente activar o desactivar la aplicación soluciona problemas de conectividad o funcionalidad, lo cual, sinceramente, es extraño, pero funciona.
Solución 4: Buscar actualizaciones: mantener el software actualizado es fundamental
Por supuesto, el software desactualizado es una causa común de problemas, ya que los errores e incompatibilidades se acumulan con el tiempo. Revisa tu dispositivo o aplicación para ver si hay actualizaciones e instálalas. Esto es especialmente importante para el software de seguridad o los controladores del sistema, que suelen recibir parches para corregir errores o vulnerabilidades.
En Windows, ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update. En Android, abre Google Play Store, toca tu foto de perfil, luego Administrar aplicaciones y dispositivo y haz clic en Actualizar todo. Ten en cuenta que, en ocasiones, la actualización puede reiniciar el dispositivo, pero suele merecer la pena, sobre todo si la solución soluciona errores conocidos o fallos de seguridad.
En mi experiencia, estos pasos básicos de solución de problemas pueden solucionar una sorprendente cantidad de problemas que surgen con dispositivos, aplicaciones o interrupciones de red. A veces, los problemas se deben simplemente a permisos, caché o software desactualizado.
Y sí, esto no siempre es perfecto, pero cubre buena parte de los problemas comunes y frustrantes. Quizás le ahorre a alguien horas de búsqueda en Google o de arrancarse los pelos.
Resumen
- Restablecer la configuración de red si el Wi-Fi o la red celular actúan de manera extraña
- Borrar el caché/datos de la aplicación para solucionar fallos o congelamientos de la aplicación
- Verifique los permisos y la configuración en aplicaciones de seguridad y VPN
- Asegúrese de que su software y aplicaciones estén actualizados
Resumen
Recuperar tu dispositivo o software de seguridad no siempre requiere analizar a fondo los registros del sistema ni realizar soluciones complejas. Estos pasos comunes de solución de problemas se centran en los culpables más comunes y suelen ser efectivos. En una configuración funcionó de inmediato; en otra, podría ser necesario reiniciar uno o dos veces. Aun así, saber qué probar a continuación hace que ese dolor de cabeza técnico sea un poco menos molesto. Crucemos los dedos para que esto ayude a alguien a solucionar el problema más rápido, porque, sorprendentemente, suele funcionar para la mayoría de las soluciones rápidas.