Sinceramente, armar una PC decente para edición de video es un poco complicado si no prestas atención a las piezas correctas. Podrías llegar a ese punto de frustración rápidamente cuando tu computadora se atasca al renderizar o tiene problemas con el metraje de alta resolución. El objetivo es conseguir el hardware que se adapte a tu flujo de trabajo sin arruinarte. Porque, claro, los mejores componentes no son baratos, y ajustar tu configuración puede ser pan comido si cuentas con la información correcta. Esperamos que esta guía te ayude a identificar dónde derrochar y dónde ahorrar, para que termines con un sistema que realmente responda en lugar de ser lento.

Ahora, analicemos algunos pasos concretos y errores comunes. Quizás ya estés invirtiendo dinero en una GPU sofisticada y olvides que la CPU podría ser más importante para la velocidad de renderizado. O quizás sientas la tentación de comprar los SSD más recientes sin comprobar si tu placa base admite las ranuras M.2 más rápidas. Es un poco molesto, pero a veces investigar un poco más marca la diferencia antes de gastarte cientos.

Cómo construir una PC para edición de video que no te hará querer tirarla por la ventana

Haz una lista de lo que realmente necesitas

  • Si editas en 4K o superior, prioriza una CPU decente y suficiente RAM. Considera 32 GB como el punto ideal, o quizás 64 GB si tus proyectos son descomunales.
  • ¿Reutilizar periféricos? Genial. Solo asegúrate de que sean compatibles con tu nueva configuración para evitar problemas más adelante.
  • La resolución del monitor sí importa: es posible que no necesites una pantalla 4K de inmediato, sobre todo si tienes un presupuesto ajustado. Actualizar los monitores viene después, así que invierte primero en el hardware principal de forma más inteligente.

Básicamente, necesitas una máquina que pueda procesar tus archivos sin bloquearse ni ralentizarse constantemente. Es fácil gastar de más en cosas llamativas que no aceleran el flujo de trabajo, así que saber qué es crucial ayuda. Si tu configuración actual es lenta y estás cansado de esperar los renderizados, es hora de hacer algunas mejoras. Eso sí, no gastes todo tu presupuesto en una GPU si tu CPU lo frena todo, o viceversa.

Finalización del presupuesto y selección de componentes

  • Aquí es donde la cosa se pone seria. Toma nota de lo que ya tienes y que puedas usar, como unidades de almacenamiento o periféricos, para no comprar duplicados.
  • Revisa las especificaciones de tu aplicación de edición favorita. Algunas, como DaVinci Resolve, dependen en gran medida de la potencia de la GPU, mientras que otras consumen más CPU. Esto podría influir en tu decisión de invertir más en una tarjeta gráfica o una CPU.
  • No olvides los requisitos del sistema. Si tu software de edición requiere una GPU o CPU específica, es imprescindible. A veces, los componentes de generaciones anteriores pueden ahorrar dinero, pero pueden generar cuellos de botella más adelante, así que sopesa las ventajas y desventajas.

CPU y disipador: el corazón del caballo de batalla

  • La CPU es la base de cualquier PC de vídeo. El renderizado se beneficia de los núcleos, por lo que un mayor número de núcleos es una gran ventaja. El Ryzen 9 7950X de AMD o el Intel i9-13900K son opciones populares; ambos ofrecen un alto número de núcleos a precios razonables.
  • Elige un disipador que se ajuste al consumo de energía de tu CPU. Las CPU más recientes se calientan más, así que un disipador líquido AIO de 240 mm o 280 mm es una apuesta segura si vas a usar un sistema de refrigeración de alto rendimiento.¿Disipadores de aire? Sí, pero asegúrate de que tengan suficiente margen térmico.

En algunas configuraciones, he visto a gente que se las arregla con un disipador de gama media, pero si se trabaja con velocidades de reloj altas o renderizados largos, no conviene escatimar en este aspecto. La limitación térmica o los niveles de ruido elevados son lo suficientemente molestos como para justificar un gasto inicial un poco mayor para una refrigeración decente.

Placa base y carcasa: estabilidad y flujo de aire

  • Una placa base poco fiable te complicará mucho la vida. Busca una con buena distribución de potencia, VRM sólidos y suficientes ranuras PCIe para tus necesidades de almacenamiento y GPU. No escatimes: es la columna vertebral.
  • La elección de la caja se basa más en el tamaño y el flujo de aire. Siempre que quepa todo, elige una con buena ventilación. No tiene sentido gastar dinero en luces llamativas si eso significa que tus componentes se calientan.

Tarjeta gráfica: depende de tu software

  • Una GPU de gama media (como una NVIDIA RTX 3060 o una AMD RX 6700 XT) suele ser suficiente, a menos que trabajes con efectos complejos o aplicaciones con aceleración GPU pesada. En ese caso, se justifica una tarjeta más potente. DaVinci Resolve, por ejemplo, usa principalmente la GPU, así que quizás quieras aumentar la potencia.
  • Cuidado con gastar de más. A veces, una GPU económica es suficiente, sobre todo si tu flujo de trabajo no requiere un uso intensivo de la GPU. Pero si quieres reproducción en tiempo real de 4K o efectos intensos, considera una buena GPU.

RAM y almacenamiento: velocidad vs.capacidad

  • Para la RAM, el mínimo es de 16 GB, pero 32 GB es más seguro si editas material en 4K; ¿64 GB? Es excesivo para clips cortos. Adapta la cantidad al tamaño de tu proyecto.
  • Si es posible, combine SSD y HDD. Use un SSD NVMe rápido, como una unidad PCIe de 2 TB, para edición y previsualización, y HDD para almacenamiento de archivos. Las opciones RAID pueden ser útiles si busca redundancia y velocidad combinadas, pero son más caras.

Y no olvides comprobar que tu placa base admite el tipo de RAM (DDR4 o DDR5) que estás comprando.

Fuente de alimentación y extras

  • Consigue una fuente de alimentación con suficiente margen de maniobra: unos 800 W son suficientes para la mayoría de las configuraciones de gama media/alta. La eficiencia es importante (busca al menos 80+ Bronce).
  • Los periféricos pueden esperar. Si reutilizas un teclado, ratón o monitor, no vale la pena gastar tanto ahora.¿Pasta térmica? Quizás un poco más de dinero en una pasta de mejor calidad pueda marcar la diferencia en la temperatura.

Ofertas de caza y montaje

  • Busca ofertas en sitios web y descuentos, especialmente en paquetes. A veces es más barato comprar en tiendas locales, sobre todo si tienen hardware de caja abierta o usado en buen estado.
  • Verifique la compatibilidad antes de hacer clic en «comprar»: el zócalo de la CPU y la placa base deben coincidir y debe tener suficiente espacio dentro de la carcasa.

Una vez que llegue todo, sigue algunos tutoriales de construcción de confianza. YouTube tiene muchas guías, pero limítate a fuentes confiables. En resumen, no fuerces nada y asegúrate de que todos los conectores encajen correctamente. Más vale prevenir que quemar las piezas nuevas por no haber leído bien el manual.

Resumen

Armar una PC capaz para edición de video no se trata solo de elegir las piezas más caras, sino de entender qué es lo que realmente importa para tu flujo de trabajo. Busca un equilibrio entre el rendimiento y el presupuesto, prioriza la CPU, la RAM y la GPU según el software que uses con más frecuencia, y no olvides la refrigeración y la alimentación. Planificar tu equipo y estar atento a las ofertas puede ahorrarte muchos dolores de cabeza.

Ojalá esto le ahorre algunas horas a alguien. Mucha suerte, y no olviden respirar al prepararlo todo.

Resumen

  • Sepa cuáles son sus necesidades de edición antes de construir.
  • Equilibre la CPU, la GPU y la RAM según los requisitos del software.
  • No escatime en placa base y refrigeración: son importantes para la estabilidad.
  • Busque ofertas y verifique la compatibilidad antes de comprar.
  • Tómese su tiempo para realizar el montaje y siga guías confiables para evitar errores.