Cómo construir una PC compatible con VR que se ajuste a tu presupuesto
Armar una PC para usar gafas de RV no es precisamente una ciencia exacta, pero es un poco más exigente que un equipo de juegos habitual. Hay que prestar atención a algunos detalles adicionales, sobre todo porque el hardware de RV requiere bastante potencia de procesamiento, conexiones estables y una refrigeración decente. Normalmente, eso significa desembolsar un poco más de dinero, digamos entre 800 y 1000 dólares, dependiendo del tipo de experiencia que busques. Si escatimas en cosas, te arriesgas a sufrir lag, mala calidad de imagen o, peor aún, problemas de compatibilidad que convertirán tu experiencia de RV en un desastre frustrante.
Al comprar, es útil conocer lo esencial para no agobiarse ni comprar las piezas equivocadas. Es fundamental garantizar la compatibilidad, especialmente con la tarjeta gráfica y los puertos USB. Es probable que los precios suban un poco: la realidad virtual no perdona los componentes baratos. Pero si está dispuesto a investigar y comparar precios, hay maneras de ahorrar, especialmente en GPU, cuyo precio suele dispararse. Tenga en cuenta que algunos componentes podrían estar agotados o con precios elevados debido a la escasez, así que quizás necesite paciencia y buscar alternativas.
Cómo construir una PC preparada para VR
Haz una lista de lo que necesitas
Primero, determina qué componentes son indispensables para tu configuración de RV. Piensa en ello como si estuvieras construyendo una máquina superoptimizada que pueda manejar al menos dos pantallas a 90 Hz, además de la carga de procesamiento adicional. Necesitarás una CPU potente, una GPU potente, mucha RAM, una buena refrigeración y una carcasa que se adapte a todo cómodamente y ofrezca fácil acceso a los puertos, especialmente USB y DisplayPort. Ah, y no olvides incluir los cables y adaptadores adecuados: algunos auriculares necesitan DisplayPort 1.2+ y tipos específicos de USB. Sin ellos, podrías tener que intentar que funcione con adaptadores defectuosos o conexiones sueltas, lo cual no es nada agradable.
Finalizar el presupuesto y elegir las piezas
Este es un paso fundamental. Conocer tu presupuesto te ayudará a priorizar. Para una configuración de RV, la inversión principal debería ir en la GPU, algo como una NVIDIA RTX 2060 o superior si te lo puedes permitir. Las tarjetas AMD equivalentes también podrían funcionar bien, pero lo importante es conseguir una velocidad de fotogramas fluida y sin interrupciones. En cuanto a la CPU, busca al menos un procesador de cuatro núcleos (por ejemplo, un Intel i5-7500 o un Ryzen 5 1600), pero si quieres evitar cuellos de botella en la mayoría de los juegos de RV, un chip de gama alta como un i7 o un Ryzen 7 es ideal; solo prepárate para el aumento de precio. La RAM debería ser de al menos 8 GB, pero 16 GB es mejor, especialmente si planeas realizar múltiples tareas o usar mundos de RV más grandes.
Elige una buena carcasa y una buena configuración de refrigeración
Aquí es donde la cosa se complica: el hardware de RV puede calentarse, y una caja pequeña dificultará el flujo de aire y la gestión de cables. Asegúrate de que tu caja sea compatible con una buena solución de refrigeración; los refrigeradores líquidos son más silenciosos y gestionan mejor la temperatura, pero los refrigeradores de aire también pueden funcionar si eliges uno con buen flujo de aire. Especialmente con CPU y GPU de alto rendimiento funcionando juntas, la limitación térmica es un verdadero peligro. Además, un buen flujo de aire ayuda a reducir el ruido y a mantener tus componentes en buen estado.
Seleccione la GPU y los periféricos adecuados
La tarjeta gráfica es el corazón de una máquina de RV. Para una experiencia decente, busca una tarjeta como la RTX 2060 o superior, pero siendo realistas, cuanto más puedas ampliarla, mejor, especialmente si quieres asegurarte de cara al futuro. Los requisitos de las gafas de RV son brutales, ya que exigen entre 4 y 6 veces más potencia de GPU que jugar solo en un monitor. En cuanto a la memoria, 16 GB de RAM no solo son recomendables, sino casi obligatorios. En cuanto al almacenamiento, un SSD NVMe rápido agilizará mucho el inicio de juegos y la carga de entornos, pero un HDD o SSD SATA espacioso puede ser suficiente si tienes un presupuesto ajustado. Simplemente evita los discos lentos o los tiempos de carga serán brutales.
Búsqueda de ofertas
Debido al mercado y la escasez constante, las ofertas pueden ser escasas, pero las hay. Estate atento a tiendas, sitios web y ofertas flash; a veces hay suerte. Si no estás desesperado por comprarlo todo de golpe, esperar podría darte con una mejor GPU o CPU a un precio razonable. Recuerda: si encuentras una buena oferta en una GPU pero necesitas cambiar algunas otras piezas, puedes ahorrar mucho a largo plazo. Además, considera mejorar la refrigeración o añadir ventiladores adicionales a la caja si tienes dinero extra: mantener todo refrigerado es crucial para la estabilidad y la durabilidad.
Montar y montar
Armar el dispositivo no es muy diferente a armar cualquier otra PC, solo hay que tener un poco más de cuidado con los cables y la ventilación. Hay muchísimos tutoriales en línea que explican el proceso. Una vez armado, revisa la configuración de la BIOS: asegúrate de que los puertos USB estén habilitados, las ranuras PCIe estén configuradas correctamente y que la BIOS reconozca todo el hardware. Si el sistema no reconoce las gafas de realidad virtual o la transmisión no es fluida, podría deberse a problemas con los controladores o a una configuración incorrecta de los puertos. Normalmente, actualizar los controladores de la GPU y asegurarte de que Windows esté completamente actualizado soluciona la mayoría de los problemas.
Y, por supuesto, no olvides instalar el firmware más reciente para tus gafas de realidad virtual; a veces, los fabricantes lanzan actualizaciones que solucionan errores de rendimiento y compatibilidad. Conectar las gafas a un puerto USB 3.0 o USB-C de alta calidad y usar conexiones DisplayPort en lugar de HDMI, si es posible, te ofrecerá la mejor experiencia. En algunas configuraciones, es posible que tengas que desactivar las funciones de ahorro de energía para USB en la BIOS o ajustar la configuración de suspensión selectiva de USB en Windows debido a problemas de conectividad inusuales.
Básicamente, armar una PC de RV se trata de equilibrar la potencia, la refrigeración y la calidad de la conexión. No es magia, pero requiere un poco de ensayo y error. Una vez configurada, solo asegúrate de que los controladores estén actualizados, los cables estén bien ajustados y el entorno esté libre de obstrucciones. La RV puede ser exigente, pero con los componentes y la configuración adecuados, realmente vale la pena.