Los SSD son increíblemente rápidos al acceder a los puntos de datos, mucho más rápido que los antiguos discos duros. Esta mejora de velocidad se debe a varios factores, pero uno de los principales es la inclusión de DRAM en la unidad. Algunos SSD económicos prescinden de la DRAM porque es cara y no es estrictamente esencial para su funcionamiento. Si estás intentando decidir entre un SSD sin DRAM o un gasto mayor en uno con DRAM, saber qué es lo que realmente marca la diferencia puede ayudarte. Básicamente, la diferencia es notable si trabajas con cargas de trabajo pesadas o buscas las transferencias más rápidas, pero para un uso ocasional, quizás no tanto.

La funcionalidad principal de la DRAM

La principal razón por la que la DRAM se encuentra en un SSD es porque funciona como una guía rápida para saber dónde se encuentran todos los archivos en el disco. Mucha gente podría pensar que sus archivos están almacenados ordenadamente en un orden específico, pero no es así como funcionan los SSD. Para evitar que la memoria flash NAND se desgaste demasiado rápido, los SSD utilizan un sistema de nivelación de desgaste, que básicamente desplaza los datos para asegurar que ningún punto en particular se sobreutilice. Esto requiere una especie de directorio, y ahí es donde entra en juego la DRAM: mantiene un «mapa» rápido de dónde se encuentra todo.

Por sí sola, la DRAM acelera la búsqueda de datos y reduce la latencia general, lo que agiliza la lectura y escritura de archivos. Sin ella, el SSD debe recurrir a otros métodos, como el búfer de memoria del host (HMB), que pueden ayudar a mitigar la ralentización, pero no son la solución perfecta. En la práctica, los SSD sin DRAM tienden a ser notablemente más lentos al procesar muchas lecturas/escrituras pequeñas y aleatorias, especialmente con multitarea intensa. Claro que, en algunas configuraciones, al principio puede parecer correcto, pero bajo una carga alta y constante, la diferencia de velocidad se hace evidente.

Otra característica curiosa es que los SSD tienen que escribir datos en bloques, no en bits. Esto significa que, incluso si se modifica una pequeña parte, es necesario reescribir todo el bloque. La DRAM ayuda a almacenar temporalmente pequeños fragmentos de datos para que todo el bloque se pueda escribir eficientemente, reduciendo así el desgaste. Por el contrario, los SSD sin DRAM tienen dificultades con esto y tienden a desgastarse más rápido, especialmente con escrituras frecuentes; se puede considerar que son más perezosos en cuanto a eficiencia.

Otras ventajas

La DRAM no solo se centra en la velocidad: actúa como una pequeña caché para los datos de acceso frecuente, lo que permite que los archivos más utilizados se abran más rápido. También puede almacenar en búfer los datos que se intercambian durante la nivelación de desgaste, lo que hace que estos procesos sean más eficientes y menos agresivos para la NAND. Esto significa que un SSD basado en DRAM generalmente dura más y ofrece un rendimiento más consistente a lo largo del tiempo.

Además, algunos SSD usan la DRAM como una pequeña caché de lectura, capturando la información a la que accedes constantemente sin necesidad de acceder a la NAND, más lenta. Por otro lado, la DRAM también puede servir como caché de escritura, almacenando datos brevemente antes de que se guarden permanentemente. Esto funciona bien en unidades con caché SLC, que de todos modos son muy rápidas, por lo que el almacenamiento en caché solo con DRAM no siempre es un gran problema a menos que exijas mucho el uso de tu disco.

Posibles desventajas

La única desventaja que he visto que se ha mencionado bastante es la pérdida de datos si algo sale mal, como un corte de energía. Debido a que la DRAM es volátil, si se corta la energía inesperadamente, todos los datos almacenados en caché desaparecen. Esto no es un problema si no se está realizando ninguna tarea crítica o si la unidad tiene copias de seguridad, pero es algo a tener en cuenta. En entornos empresariales, este riesgo es importante, por lo que suelen desactivar el almacenamiento en caché de la DRAM, ya que la pérdida de datos durante una transferencia puede provocar daños o la pérdida de archivos.

Y sí, la DRAM encarece un poco el disco, pero sinceramente, no suele ser una gran diferencia, al menos al comparar discos de la misma capacidad. La mayor parte del coste de un SSD se debe a la memoria flash NAND, por lo que el gasto extra en DRAM es relativamente pequeño. Los modelos económicos recortan en este aspecto, ahorrando algo de dinero, a veces a costa de la vida útil y el rendimiento.

Conclusión

Tener DRAM en un SSD sin duda mejora su rendimiento, especialmente al trabajar con muchos archivos pequeños o realizar múltiples tareas a la vez. La diferencia de velocidad no es enorme para usuarios ocasionales, pero sí se nota al forzar la unidad. Además, ayuda a prolongar su vida útil al hacer que las escrituras sean más eficientes. Por otro lado, un SSD sin DRAM puede ser perfecto si tienes un presupuesto ajustado y no planeas gestionar muchos datos. Solo ten en cuenta que podría desgastarse un poco más rápido y no es tan rápido en ciertas situaciones.

En el uso real, si el presupuesto lo permite, optar por un SSD con DRAM es la mejor opción. Pero si encuentras una buena oferta o planeas combinar un SSD sin DRAM con compatibilidad con HMB y cargas de trabajo ligeras, probablemente funcionará perfectamente. Sinceramente, depende de cuánto te importe la velocidad bruta en comparación con el presupuesto.

Resumen

  • La DRAM ayuda a acelerar las búsquedas de archivos y disminuye la latencia
  • La DRAM hace que las operaciones de nivelación del desgaste y escritura sean más eficientes
  • Los SSD sin DRAM son más económicos, pero un poco más lentos y pueden desgastarse más rápido.
  • El uso de HMB puede compensar en cierta medida la falta de DRAM

Resumen

En general, parece que para el uso diario, un SSD con DRAM ofrece una buena relación calidad-precio. Sin embargo, si tienes un presupuesto ajustado o usas tu PC de forma ocasional, un SSD sin DRAM puede ser una opción razonable, especialmente si es compatible con HMB. Ten en cuenta que la pérdida de rendimiento puede ser notable con cargas de trabajo intensas y que el desgaste podría acelerarse un poco. Esperamos que esta información te ahorre dinero u horas a la hora de decidir qué SSD comprar.¡Cruzamos los dedos para que te sirva!