Ajustar la resolución de la pantalla a la perfección puede marcar una gran diferencia, especialmente si trabajas con un monitor desconocido o cambias entre diferentes configuraciones. A veces, la resolución no es la correcta al configurarla, lo que provoca imágenes borrosas o distorsionadas, lo que puede frustrar tanto el trabajo como el juego.¿No sabes por qué es tan complicado? Windows tiene muchas maneras de ajustar la resolución, pero saber dónde buscar y qué hacer no siempre es fácil, sobre todo si no estás acostumbrado a revisar la configuración. La buena noticia es que cambiar la resolución en un equipo con Windows 10 u 11 es bastante sencillo: una vez que sabes dónde buscar, solo son un par de clics o toques. Además, si la pantalla se ve apagada, ajustar la frecuencia de actualización también puede ayudar a mejorar la claridad general y reducir el parpadeo, especialmente para jugadores o personas creativas. Así que, aquí te mostramos cómo ajustar la resolución como un profesional, ya sea que busques la configuración perfecta o simplemente arregles una pantalla defectuosa.

Cómo usar otra resolución en una computadora portátil con Windows 10/11

Si tienes prisa o simplemente quieres una solución rápida, la forma más rápida es a través del menú contextual del escritorio. Haz clic derecho en cualquier lugar del escritorio (sí, en el espacio en blanco) y selecciona Configuración de pantalla. Esto abre las opciones de pantalla inmediatamente.

Cambiar la resolución a través de la configuración de pantalla

  • En la ventana Configuración de pantalla, desplázate hacia abajo hasta encontrar el menú desplegable Resolución de pantalla. Probablemente ya esté configurado con la configuración recomendada, pero puedes hacer clic en él para ver otras opciones.
  • Selecciona una resolución que se ajuste a tus necesidades. Si la imagen se ve borrosa o demasiado pequeña, auméntala o redúcela según corresponda.
  • Asegúrese de hacer clic en Aplicar (normalmente esto sucede automáticamente al cambiar) y luego verifique si la pantalla se ve mejor.

Si ya estás en Configuración, también puedes acceder más rápido yendo a Inicio > Configuración > Sistema > Pantalla. Desde ahí, todo está en un solo lugar. Simplemente busca el menú desplegable Resolución de pantalla y elige la que mejor se adapte a tu pantalla. Fácil, ¿verdad?

Ajuste de la frecuencia de actualización para una mejor claridad

Si notas parpadeo o simplemente quieres una imagen más fluida, cambiar la frecuencia de actualización podría ser útil. En Windows 10, puedes hacerlo en Configuración > Pantalla > Configuración de pantalla avanzada. Si usas varias pantallas, selecciona tu monitor en el menú desplegable.

Haga clic en Propiedades del adaptador de pantalla para Pantalla 1 o 2 en la parte inferior. En la nueva ventana, vaya a la pestaña Monitor y seleccione una frecuencia de actualización en el menú desplegable. Haga clic en Aceptar o Aplicar para confirmar su elección.

Cambiar la frecuencia de actualización en Windows 11

En Windows 11, el proceso es bastante similar. Ve a Configuración > Sistema > Pantalla > Pantalla avanzada. En «Elegir una frecuencia de actualización», elige la que prefieras. Así de sencillo. Si ves varias opciones, elige la más alta que admita tu monitor y tarjeta gráfica. A menos que notes parpadeo o inestabilidad, vuelve a la configuración más baja.

Cuando las cosas no parecen funcionar

A veces, los cambios no se aplican inmediatamente o causan imágenes extrañas. En ese caso, reinicia tu PC o cierra sesión y vuelve a iniciarla. Si nada cambia, quizás necesites actualizar tus controladores gráficos (consulta el sitio web del fabricante de tu GPU o el administrador de dispositivos).Y si los controles deslizantes o las opciones están en gris, quizás sea momento de comprobar si tu GPU admite esa resolución o frecuencia de actualización.

Por qué ayuda

Cambiar la resolución o la frecuencia de actualización puede solucionar pantallas borrosas, facilitar la lectura del texto y reducir el parpadeo o las imágenes fantasma en escenas rápidas. Créeme, he visto configuraciones en las que aumentar la frecuencia de actualización de 60 Hz a 75 Hz mejoró la imagen drásticamente, especialmente en monitores para juegos. Es un poco extraño, pero estos ajustes son más importantes de lo que crees.

Resumen

Así que, si las cosas no se ven bien o simplemente quieres que tu pantalla sea más cómoda, modificar la resolución y la frecuencia de actualización no es tarea fácil una vez que te familiarizas con ellas. Los pasos para Windows 10 y 11 son prácticamente idénticos, lo cual es una buena noticia si cambias de configuración o simplemente quieres familiarizarte. Recuerda que, a veces, un reinicio rápido o una actualización de controladores ayudan después de realizar cambios. Normalmente es así de sencillo pulir un poco las cosas.

Resumen

  • Haga clic derecho en el escritorio y seleccione Configuración de pantalla.
  • Elija la resolución que mejor se adapte a su pantalla.
  • Vaya a Configuración de pantalla avanzada para ajustar la frecuencia de actualización si es necesario.
  • Reinicie o actualice los controladores si los cambios no se mantienen.

Cruzo los dedos para que esto ayude.

Espero que estos consejos hagan que la configuración de tu pantalla sea mucho menos frustrante. Cambiar la resolución y la frecuencia de actualización no siempre es intuitivo, pero una vez que sabes dónde buscar, se vuelve algo natural.¡Mucha suerte con los ajustes y no olvides experimentar con diferentes configuraciones hasta que te quede bien! A mí me funcionó, espero que a ti también.